viernes, 28 de marzo de 2014

FANTASMAS EN CEMENTERIOS

La historia de la Dama de Blanco del cementerio de la Recoleta (Buenos Aires)

Era la unica hija del escritor argentino Eugenio Cambaceres, quien con sus ácidas obras desnudó hipocresías de la alta sociedad de fines del 1800. Cuando Cambaceres murió, Luisa Baccichi (su madre, bailarina italiana)y la joven Rufina quedaron solas, dueñas de una gran fortuna. La niña desarrolló un carácter introvertido y solitario que se profundizó cuando su madre, cuatro años después de la muerte de su esposo, se convirtió en la amante del futuro presidente Hipólito Yrigoyen.
Para entonces Rufina tenía catorce años, era hermosa y muchos jóvenes la buscaban, pero ella mostraba indiferencia. El 31 de mayo de 1902 Rufina cumplía 19 años, su madre había organizado una gran fiesta y luego escucharían música lírica en el Colón. Cuando finalizó el festejo y debían partir hacia el teatro, Luisa escuchó el alarido aterrador de una de las mucamas, corrió a la habitación de Rufina y la encontró tendida en el suelo, rígida, muerta.
Un médico confirmó que había sido un síncope. Al día siguiente, Luisa e Hipólito Yrigoyen, la sepultaron en la Recoleta. Poco más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres, avisó el macabro hallazgo del ataúd de Rufina abierto y con la tapa rota.
La versión oficial sugirió un robo, ya que la niña había sido enterrada con sus mejores joyas; pero Luisa vivió el resto de su vida torturada por la convicción de que su hija había sufrido un ataque de catalepsia y fue sepultada viva. Pues la leyenda cuenta que arañando, golpeando las paredes del féretro, logró salir y ver el cementerio desierto. Pero las puertas de la bóveda estaban cerradas.


Entonces, víctima de la desesperación, volvió a morir realmente de un ataque al corazón. Rufina Cambaceres esconde una pena de amor que seguramente terminó con su vida a corta edad.

domingo, 23 de marzo de 2014

FANTASMAS EN CARRETERAS

FANTASMAS EN CARRETERAS

En 1984, concretamente un 15 de julio, en la carretera de Almaraz a Navalmoral de la Mata, entre las tres y la cuatro de la madrugada del domingo al lunes, a la altura del kilómetro 190 de la Nacional V, en un lugar conocido como las Viñas, se produjo un suceso extraño. A la hora indicada, varios conductores que regresaban por la citada carretera, quedaron estupefactos al ver una mujer “vestida de novia” haciendo auto-stop. La mujer, según sus testimonios, se encontraba en el centro de la calzada y parecía transparente como el cristal. Un camionero la montó en su camión y –según reveló– a los tres kilómetros de viaje desapareció literalmente del vehículo...
Es posible que las personas emocionalmente involucradas en estos acontecimientos los describan con la mejor voluntad del mundo y que sólo puedan contar la verdad tal como ellos la percibieron, pero puede acontecer que esta verdad suya no se corresponda a lo que realmente ocurrió.
Sucede que la historia de fantasmas de la carretera constituye un clásico dentro de las historias de fantasmas, un viejo motivo que reaparece en variadas ocasiones en muchos puntos distintos. Pocos relatos de apariciones están tan extendidos como este. Se cuentan en paises, tan distantes algunos de otros, como España, Malaysia, Gran Bretaña, Pakistan, Suecia, Estados Unidos o Sudáfrica. Naturalmente, los detalles referentes a la edad, sexo y aspecto físico del fantasma varían, como también varían el número de testigos y el tipo de vehículo, desde el mas usual, un coche al vehículo tirado por un coolie, en versión malaya. En su forma más frecuente el fantasma es una mujer joven que antes de desvanecerse misteriosamente proporciona al conductor algún tipo de aviso sobre un peligro próximo. Es llamativo –sin embargo– el hecho de que en la mayoría de las ocasiones el episodio carece de toque dramático.
Es una realidad que las creencias culturales pueden influir en la interpretación de este tipo de manifestaciones. En Europa suele caracterizarse como el espíritu de una persona muerta, generalmente víctima de un trágico accidente de tráfico; pero en otros lugares se considera que es un profeta, un demonio, una diosa, una bruja o un hada. Por ejemplo, en Hawai esta figura se relaciona con Pele, diosa tutelar del volcán Mauna Loa, representada como una vieja, que lleva un cesto. En Malaysia aparece el lang suyar, ser vampírico que se transforma en una atractiva mujer y aguarda al conductor en los tramos solitarios de carretera; cuando lleva un rato en el vehículo, el fantasma sale volando emitiendo unos chillidos que hielan la sangre.
En Sudáfrica, por ejemplo, en varias ocasiones se han producido manifestaciones de este tipo, y en todas existía una relación con una tal María Roux, que murió el 12 de abril de 1968, a la edad de veintitrés años, a raíz de un accidente automovilístico.

FANTASMAS EN HOSPITALES

FANTASMAS EN HOSPITALES


No hay duda alguna que los fantasmas reales existen, ya que hay personas que se dedican a estudiar las presencias de estos seres que muchas veces se creen que son espíritus, duendes, entre un gran número de alternativa diferentes por lo que se hacen presentes, pero no hay nada mas sorprendente que ver videos de fantasmas reales en hospitales.

Se suele comentar que los fantasmas reales en hospitales son personas que han fallecido por diferentes razones y que su espíritu vaga por dichos establecimientos, algo que puede ser muy verdadero en algunas oportunidades según el caso del que se hable.


FANTASMAS DE QUITO

FANTASMAS QUITEÑOS

Se dice que en Quito había una mujer que todos los días llevaba su vaquita al Panecillo para que pudiera comer ya que no tenía un potrero donde llevarla.
Un buen día, mientras recogía un poco de leña, dejó a la vaquita cerca de la olla pero a su regreso ya no la encontró. Muy asustada, se puso a buscarla por los alrededores.

Pasaron algunas horas y la vaquita no aparecía. En su afán por encontrarla, bajó hasta el fondo de la misma olla y su sorpresa fue muy grande cuando llegó a la entrada de un inmenso palacio.

Cuando pudo recuperarse de su asombro, miró que en un lujoso trono estaba sentada una bella princesa que al ver allí a la humilde señora, le preguntó sonriendo:


-¿Cuál es el motivo de tu visita?
- ¡He perdido a mi vaca! Y si no la encuentro quedaré en la mayor miseria. Contestó la mujer llorando.
La princesa, para calmar el sufrimiento de la señora, le regaló una mazorca y un ladrillo de oro. Además, la consoló asegurándole que su querida vaquita estaba sana y salva.
La mujer agradeció a la princesa y salió contenta con sus obsequios. Pero, cuando llegó a la puerta, se llevó una gran sorpresa al ver a su vaca de regreso. -¡Ahí está mi vaca! Gritó la mujer muy contenta.

Historia de apariciones de espectros y fantasmas en latinoamerica

Aca tengo historias paranormales de distintos sitios del mundo, con un personaje comun, el espectro de una mujer que se aparece.....


La historia de la Dama de Blanco del cementerio de la Recoleta (Buenos Aires)

Era la unica hija del escritor argentino Eugenio Cambaceres, quien con sus ácidas obras desnudó hipocresías de la alta sociedad de fines del 1800. Cuando Cambaceres murió, Luisa Baccichi (su madre, bailarina italiana)y la joven Rufina quedaron solas, dueñas de una gran fortuna. La niña desarrolló un carácter introvertido y solitario que se profundizó cuando su madre, cuatro años después de la muerte de su esposo, se convirtió en la amante del futuro presidente Hipólito Yrigoyen.

Para entonces Rufina tenía catorce años, era hermosa y muchos jóvenes la buscaban, pero ella mostraba indiferencia. El 31 de mayo de 1902 Rufina cumplía 19 años, su madre había organizado una gran fiesta y luego escucharían música lírica en el Colón. Cuando finalizó el festejo y debían partir hacia el teatro, Luisa escuchó el alarido aterrador de una de las mucamas, corrió a la habitación de Rufina y la encontró tendida en el suelo, rígida, muerta.

Un médico confirmó que había sido un síncope. Al día siguiente, Luisa e Hipólito Yrigoyen, la sepultaron en la Recoleta. Poco más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres, avisó el macabro hallazgo del ataúd de Rufina abierto y con la tapa rota.

La versión oficial sugirió un robo, ya que la niña había sido enterrada con sus mejores joyas; pero Luisa vivió el resto de su vida torturada por la convicción de que su hija había sufrido un ataque de catalepsia y fue sepultada viva. Pues la leyenda cuenta que arañando, golpeando las paredes del féretro, logró salir y ver el cementerio desierto. Pero las puertas de la bóveda estaban cerradas.


Entonces, víctima de la desesperación, volvió a morir realmente de un ataque al corazón. Rufina Cambaceres esconde una pena de amor que seguramente terminó con su vida a corta edad.


FANTASMAS EN BARCOS

FANTASMAS EN BARCOS


Los barcos fantasmas siempre han sido fuente de innumerables historias que hoy en día se siguen pasando de generación en generación en las familias de navegantes y pescadores. Se supone que éstas naves se materializaban de repente en el horizonte y rápidamente volvían a desaparecer, augurando sucesos desafortunados. También se les denomina así a aquellos barcos que son encontrados a la deriva sin pasajeros, a menudo en medio de circunstancias o situaciones misteriosas.
Esta es una de las leyendas más famosas de la mitología Chilota en el sur de Chile. Se dice que el Caleuche es un barco que aparece en las aguas que rodean a una tripulación acompañado de sonidos de fiesta y de gente riendo. El Caleuche carga con todos los espíritus de la gente que se ha ahogado en el océano. El barco los va recogiendo y se cree que una vez a bordo, los espíritus de estos muertos pueden volver a las vidas que antes tenían antes de haberse ahogado.


FANTASMAS 2014

LOS FANTASMAS


Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por retrodispersión, pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.
Algunos parapsicólogos han documentado que la aparición del fantasma no suele sobrepasar una fracción de segundo o a lo más dos o tres segundos, raramente más; en los momentos previos constatan que se produce alguna forma de entalpía por la cual la temperatura baja sensiblemente antes de alguna manifestación sensible (desplazamiento de objetos, ruidos, fenómenos electrónicos de voz, visualizaciones); pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente. Su aparición provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefalea y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos documentan una carga electromagnética inusual que puede producir de forma natural los trastornos señalados anteriormente.[1] Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que la fantasmogénesis provoca dicha citada entalpía electromagnética (el fenómeno absorbe, y menos frecuentemente expulsa) una cierta energía cinética (en forma de frío o calor o movimiento de objetos) o electromagnética, o está relacionada de algún otro modo con distorsiones en diversos tipos de energía por medio de witricidad inversa; en este sentido, algunos experimentos, como los diseñados por el doctor Michael Persinger, han logrado reproducir "presencias" (o más bien tulpas o ideoplastias) por medio de leves corrientes electromagnéticas sobre el lóbulo temporal del cerebro y han intentado relacionarlas con entornos geológicos concretos de materiales transductores y fenómenos como la piezoelectricidad. Comprobaciones experimentales aseveran una correlación cuantitativa cierta entre el volumen de energía electromagnética ambiental (tormentas, viento fuerte, líneas de alta tensión) y fantasmogénesis. Asimismo, parece existir una cierta relación entre la existencia geológica subterránea de materiales dieléctricos y la presencia de estos fenómenos, cuyo comportamiento simula el de ondas evanescentes de plasmones reflejadas por witricidad, es decir, uno de los tipos de plasma frío o estados de agregración de la materia.
Con fundamento en estas investigaciones, algunos mecanismos tecnológicos han sido diseñados para transformar estas distorsiones electromagnéticas en sonido, con la sorpresa de que se reproduce un lenguaje humano coherente y consciente, que responde a preguntas, acaso con origen en el propio cerebro humano de quienes se hallan presentes interactuando con el fenómeno. Aseguran también que es hecho muy frecuente y previo a la constitución del fenómeno un cambio físico o psíquico importante en el entorno en que se manifiesta; el más corriente son obras de reforma de una casa antigua, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y/o trágico: el fallecimiento o nacimiento reciente de un familiar, un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), algo en todo caso emocionalmente relevante. En ese caso se habla de las llamadas apariciones críticas. Otras veces concurren ambas circunstancias.
Los fantasmas se aparecen siempre en el mismo lugar que habitaba o frecuentaba la persona con que se asocia o bien en el lugar en que tuvo una muerte violenta. Por eso es posible formular la hipótesis de que quizá estén asociados a algún tipo de lo que se ha descrito como memoria celular, algo muy discutible y quizá un posible factoide. Por otra parte, y en unos pocos casos, pueden trasladarse a otro lugar, pero siempre asociados a alguna persona relacionada con ellos.